martes, 18 de agosto de 2009

Mi segundo hogar, la puerta al mundo

Austria, Autriche, Oesterreich... significa lo mismo en diferentes idiomas. Un país que al pasar de los años, ha sabido aprender de su historia y salir de tiempos difíciles.

Y que significa para mí? Para mi Austria no solo significa mi segundo hogar, sino también es esquiar en bellas montañas, es festejar en cabañas Après-ski , es deleitarse con deliciosos platos de comida típica como el Schnitzel y el Frittatensuppe, es chuparse los dedos con mis postres favoritos como el Germknoedel y el Buchtel con Vanillesosse, .es Navidad con Gluehwein y Punsch, es el U-bahn y la vida nocturna en Viena, es el Fasching y Hausieren en Oberpetersdorf, es Bruji y sus grandiosos conciertos, es el Dan Mladine y toda la cultura Burgenland-Croata, es el maravilloso vino de Blaufraenkischland, el elegante vino de Steiermark, es la amistosa gente que conocí en Bad Gleichenberg, es Stiegl, Goesser y Ottakringer!!!, es chocolate Zotter y Milka, es Mannerschnitten, Mozartkugeln, el Kuerbiskernoel, es ver nieve por primera vez, es mi gente bella de Oberpetersdorf, es Veliki Boristof y los Emriches, es haber podido encontrar amigos tan fieles y constantes, es Oberpullendorf y sus locales, es el Danubio, es Mozart y Strauss, es Arte e Historia, es el Stephansplatz, es la cultura de los cafés, es la Albertina… para mi, Austria significa tanto, fue mi vida por algunos años!

Y mi vida allá se divide en 2 partes: La primera, el intercambio con AFS. La segunda, mis estudios de Turismo y Hotelería.

La primera vez que pise suelo austriaco, tenía 17 años. El fin del intercambio era aprender el idioma y envolverme en la cultura, durante un año. Éramos un grupo de 160 estudiantes de intercambio de AFS, provenientes de muchas partes del mundo. Todos compartiendo una especie de miedo y emoción, al llegar a un país al que íbamos a pertenecer. Fueron bonitos momentos los que compartimos, teníamos tanto y tan poco en común. Era un verdadero intercambio cultural!

Y es así como llegue a Burgenland, una provincia al sur de Viena, al este de Austria, al límite con Hungría. Famosa por su exquisita variedad de vinos, entre ellos el "Blaufraenkisch". Esta variedad es una de mis favoritas.
Oberpetersdorf, pueblo limítrofe con la provincia de Baja Austria, es el pueblo donde viví y en donde mi genial familia austriaca, me crio durante ese gran año.
Además también tuve el agrado de conocer mucha gente mas, que me abrió los brazos y me enseño mucho!
Horitschon, Oberpullendorf, Mattersburg, Grosswarasdorf... Son nombres de pueblos en Burgenland, que han marcado mi historia y en donde tengo miles de recuerdos. Son pueblos que no solo resaltan por la calidad de la gente que hay en ellos, sino por los bellos, verdes y floridos paisajes que poseen.

Los austriacos tienen una manera muy peculiar de esperar la Navidad. Tienen un calendario del 1ero al 24 de Diciembre, en donde cada día contiene un chocolate. Uno al despertar puede tomar su calendario y sacar el chocolate correspondiente al día actual. Esto hace la espera, bastante dulce :)

En Oberpetersdorf, me uní al tradicional Día de San Nicolás, el 06 de Diciembre… todos los jóvenes del pueblo nos disfrazamos de Krampus (diablos) y nos dividimos en varios grupos. Cada grupo contaba con 6 o 7 Krampus y un San Nicolás. Visitamos un número determinado de casas del pueblo en donde había niños. Nosotros, los Krampus, nos encargamos de asustar a los niños, pero luego de que los niños cantaron o recitaron algún poema, San Nicolás los premio con dulces y/o regalos. Fue divertido salir con el grupo, pues nunca había participado en una actividad así. Estaba disfrazada de un demonio, gritando y asustando a la gente… tomando “Gluehwein” (vino caliente), para no sentir frio, compartiendo con mis amigos del pueblo. Ya me sentía parte del pueblo.
Y llego la navidad con la familia y la nieve, regalos y chocolates alrededor del pino natural… Luego año nuevo al compas del Danubio Azul, bailando sobre las calles cubiertas de hielo, bañándonos en espumante a la media noche. Que recuerdos!

El Fasching es una tradición austriaca. Comienza todos los 11 de Noviembre a las 00 hrs. A partir de esa fecha se inicia la temporada de carnavales, en la cual se realizan fiestas elegantes, llamadas “Ball” en donde se bailan danzas típicas como el vals o la polca. El día central de los carnavales o Fasching es en Febrero. En Oberpetersdorf el Fasching, es organizado por el grupo de jóvenes del pueblo. Los chicos solteros invitan a las chicas solteras para que sean sus parejas y de esta manera los acompañen durante toda la celebración que dura 4 días.
Comienza un domingo, los chicos van a las casas de las chicas, la familia de la chica tiene preparado un almuerzo. Después del almuerzo la joven pareja sale en dirección al “Gasthaus” (el restaurante del pueblo), en donde se reúne la gente del pueblo y las jóvenes parejas se preparan para aperturar la fiesta con un baile típico. Luego continúa la fiesta por 4 días más…

Y les puedo decir, que mi Fasching, fue una de las cosas que nunca olvidare… El primer día me sentí, toda una celebridad, pues hasta salí en la televisión… Me entrevistaron, porque les pareció extrañísimo encontrar una peruana, vestida con traje típico y bailando polca. A penas podía hablar alemán, igual dije lo que pensaba sobre esa maravillosa experiencia. Vino tras vino, vodka tras vodka, red bull, cerveza, ron, Schnaps… Todo para celebrar el carnaval! Oberpetersdorf y su Fasching, es lo máximo!

Todo ese año se paso muy rápido… las noches en Oberpullendorf, el Osterfeuer (la fogata por Sábado Santo), la primera primavera, mi Maibaum, el inicio del verano, los campamentos de AFS, las clases en el colegio, los viajes en bus y tren por Austria y alrededores, el viaje familiar a Italia, las discusiones por malos entendidos culturales, el intento fallido de Snowboard, la rebeldía, la nostalgia, las lagrimas, las risas, la amistad, el cariño, el amor… Todo paso!

Nadie sabía en ese momento que volvería a Austria para quedarme por más años… Después de haber estado estudiando en la universidad en Perú por un año y medio, encontré la manera de regresar a continuar mis estudios a Austria. Y regresé… y fue como retornar a mi hogar.

Es cuando la segunda parte de esta historia empezó… Y como empezó!
Viena, una de las ciudades europeas más elegantes y bellas, me acogió con los brazos abiertos. Las experiencias cambiaron, ahora me tocaba vivir sola…

Durante esta época pude acercarme a una parte que casi nadie conoce sobre Austria: las Minorías… En Burgenland existen algunos pueblos, que hace mas de 500 años, fueron formados por croatas. En estos pueblos, hasta el momento, se han podido preservar varias tradiciones y el idioma (Burgenland-Croata). Ellos realizan muchas actividades para que su cultura siga manteniendo su llama encendida, pues con el pasar de los años, muy poca gente es la que sigue manteniendo sus costumbres de antaño. También existen otras minorías, como los Esloveno-Austriacos al sur, o los Húngaro-Austriacos también en Burgenland. Es realmente interesante como en un país tan pequeño, uno puede encontrar esta diversidad cultural… Nos enseña una buena lección de cómo preservar culturas para que no se pierdan en el transcurso del tiempo y hacer que sean únicas en su género.


Y Austria me comenzó a saber a muchas cosas más: la gente de Erasmus, el curso de alemán en la universidad de Viena, el Modul, los amigos internacionales y austriacos de otras provincias, el trabajo en Catering, las practicas en la cocina y restaurante, las amanecidas estudiando, las amanecidas celebrando, las cortas noches, los días largos, los Punschstandl, el asthma, los bronquios, las alergias, la nostalgia, la depresión, los viajes por fines de semana largos o vacaciones, las idas y venidas a Burgenland, la embajada de Perú en Austria y sus actividades, el grupo de danzas peruanas, las presentaciones en la ONU, el Ceviche y Pisco Sour preparado por mí para mi gente austriaca, Bad Gleichenberg, los exámenes, el estrés, mi adoración por el café, el aprender Italiano y Burgenland-croata, los viajes para esquiar en familia, las celebraciones en las cabañas de esquí, las caídas, los tropiezos, el levantarse y seguir, los triunfos, las comidas gourmet, los Spritzers, el Ouzo y Jaegermeister, los campamentos en Wiesen, las fiestas de los Burgenland-Croatas, las salidas nocturnas al HAK, el rolling sushi y las competencias, el Kebab y Durum, las películas europeas, el teatro, Klimt y Schiele, la buena música…

Termine mis estudios a poco tiempo antes de cumplir 24 años y créanme que fui la mujer más feliz de la tierra! Para mí, fue un gran reto.
Y de nuevo, una despedida mas... pero esta vez era una despedida indefinida. En realidad era un sentimiento ambiguo. Por un lado estaba contenta de haber terminado mi carrera y de poder regresar a mi Perú. Por otro lado estaba muy triste de dejar la vida que había hecho allá. Me costó mucho despegarme de Austria, pero tenía que realizar mi siguiente sueño. Creo que el dicho "Lo que no te mata, te hace más fuerte" es muy cierto.

Austria me dio algo que no cambiaría por nada y me hizo aprender mucho de mí misma y del mundo. Digamos que fue el primer paso para comenzar a conocer el mundo.
Y que partes del mundo? Eso ya será para la siguiente...

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